El creciente número de personas que cruzan a Estados Unidos desde México ha sido una vulnerabilidad política para el presidente Joe Biden durante los últimos tres años porque, poco a poco, ha socavado su índice de aprobación y lo ha expuesto a ataques políticos.
No obstante, ahora, la crisis amenaza con afectar el apoyo de Estados Unidos a la guerra en Ucrania, lo que pone en riesgo el eje de la política exterior de Biden.
Tras reunirse con Biden en la Casa Blanca el miércoles, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, insistió en que la Cámara Baja, de mayoría republicana, no aprobaría la legislación para enviar ayuda a Ucrania, a menos que los demócratas aceptaran restricciones nuevas y amplias en la frontera de Estados Unidos con México.
Incluso si ambos bandos llegan a algún tipo de acuerdo, muchos republicanos, en especial en la Cámara Baja, estarían poco dispuestos a concederle una victoria a Biden en un año electoral en un tema que les ha dado poderosos motivos para criticar a la Casa Blanca. El asunto también se ubica en el centro de la candidatura del posible rival de Biden en el otoño, el expresidente Donald Trump.
Esta situación muestra cómo el debate sobre migración en Estados Unidos ya no solo se trata de la frontera. El tema se está filtrando a otras secciones de la agenda de Biden y cobra cada vez más influencia porque los republicanos lo utilizan para bloquear las principales prioridades del presidente en materia de política exterior.
“Creo que la gran mayoría de los miembros del Congreso apoyan la ayuda a Ucrania”, dijo Biden a los periodistas el jueves, antes de viajar a Raleigh, Carolina del Norte. “La cuestión es si una pequeña mayoría va a detenerla, lo que sería un desastre”.
Biden ha calificado la ayuda a Ucrania como un asunto de liderazgo estadounidense en el escenario global. El mandatario advirtió el mes pasado que, si Estados Unidos no logra enviar más asistencia, otros aliados podrían retirarse de sus compromisos. Biden afirmó que el presidente ruso, Vladimir Putin, podría recuperar impulso en la guerra.
No obstante, los republicanos de la Cámara de Representantes no se han inmutado hasta el momento. Esta semana, Johnson indicó que estaba concentrado en la “seguridad nacional y la catástrofe humanitaria” dentro de las fronteras estadounidenses.
Janet Napolitano, exgobernadora de Arizona y exsecretaria de seguridad nacional en el gobierno de Barack Obama, señaló que no podía recordar un momento en décadas recientes en el que un porcentaje tan grande de la agenda de un gobierno dependiera de la política migratoria.
Biden busca con gran insistencia que se apruebe la legislación que no solo incluye ayuda para Ucrania, sino que también contempla recursos para Israel y Taiwán, así como miles de millones para reforzar la seguridad a lo largo de la frontera entre EE. UU. y México, pero no lo suficiente como para satisfacer las exigencias republicanas.
“Vieron esto como una oportunidad y la aprovecharon”, dijo Napolitano, quien describe las actuales políticas migratorias como “terribles”.
“En realidad, significa que el presidente tiene que llegar tan lejos como pueda para trabajar en conjunto con los del otro bando con el fin de lograr la aprobación de un paquete”, agregó Napolitano.
Biden ha dicho que está dispuesto a hacer concesiones con respecto a la frontera. Los negociadores demócratas, con la aprobación de la Casa Blanca, han insinuado que tomarían en consideración propuestas para dificultar el proceso de obtener asilo en Estados Unidos.
La Casa Blanca se ha mostrado más reacia a restringir de manera sustancial el permiso humanitario, un programa que ha permitido que miles de afganos, ucranianos y otros migrantes que estaban en la frontera pudieran ingresar a Estados Unidos.
Mientras los miembros del Congreso todavía debaten los detalles de esa política, no queda claro que haya un compromiso en la mesa.
En una entrevista con Fox News la mañana del miércoles, Johnson explicó que habló sobre las negociaciones con Trump, quien lo alentó a oponerse a cualquier concesión.
Biden también enfrenta la oposición de los progresistas, quienes no desean restricciones al asilo.
“Los republicanos han tomado la ayuda extranjera como rehén para implementar medidas de inmigración extremas que no resolverían el problema”, dijo Nanette Barragán, representante demócrata por California y presidenta del Caucus Hispano. “Muchos apoyamos la ayuda a Ucrania, pero no a costa de estas políticas migratorias extremas que se están proponiendo”.
Jim Kessler, vicepresidente ejecutivo de políticas en Third Way, un grupo de expertos de centroizquierda, opinó que el vínculo entre la ayuda para Ucrania y las restricciones fronterizas “no tiene precedentes”.
“Es difícil imaginar un momento previo en la historia de nuestra nación en el que algo tan importante desde el punto de vista de la seguridad nacional, que normalmente uniría a todos los estadounidenses de ambos partidos políticos, esté atrapado en juegos de poder”, añadió Kessler.
Al principio, la Casa Blanca presentó la decisión de combinar la migración con la solicitud de financiamiento militar como un incentivo o, al menos, como un intento de llegar a un acuerdo, para granjearse a los republicanos que le habían pedido a Biden que fuera más duro en la frontera.
William Taylor Jr., quien fungió como embajador en Ucrania de 2006 a 2009, comentó que habría consecuencias graves tanto para Ucrania como para Estados Unidos si la estrategia acababa como un fracaso.
“Imagino que el cálculo fue que hay mucho apoyo para estos temas y si los juntamos todos tendremos una estrategia ganadora”, dijo Taylor. Sin embargo, también dijo que, si la Casa Blanca no puede llegar a un acuerdo, socavaría “un componente vital de la política exterior estadounidense”.
“Ese liderazgo estadounidense se vería gravemente afectado si no podemos proporcionar asistencia a los ucranianos para permitirles detener a los rusos ahora”, dijo. “Esto tiene implicaciones enormes”.
Zolan Kanno-Youngs reportó desde Washington y Erica L. Green, desde Raleigh, Carolina del Norte.
Zolan Kanno-Youngs es corresponsal de la Casa Blanca y cubre una variedad de temas nacionales e internacionales en la Casa Blanca de Biden, entre ellos la seguridad nacional y el extremismo. Se unió al Times en 2019 como corresponsal de seguridad nacional. Más de Zolan Kanno-Youngs
Erica L. Green es corresponsal en la Casa Blanca y cubre la información sobre el presidente Joe Biden y su gobierno. Más de Erica L. Green